¿El aprendizaje es algo tan absolutamente trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?
Por supuesto que el aprendizaje no es algo trivial, sino, no hubiera sido ni seguiría siendo objeto de numerosos estudios de investigación bajo diferentes paradigmas, es todo un proceso de transformación, una actividad individual, un desarrollo, una construcción,… donde los contenidos están siempre como un “pretexto” para lograrlo. O como afirma Pere Marques “Los procesos de aprendizaje son las actividades que realizan los estudiantes para conseguir el logro de los objetivos educativos que pretenden”. Agrego, por mucho tiempo estos objetivos medidos en una calificación principalmente obtenida por un examen.
Aunque parece ser que se trivializó el aprendizaje sólo en el ultimo sentido pues en el sistema educativo formal, en las escuelas, se ha medido el “aprendizaje escolar” y no sólo en nuestro país, a través de exámenes que son preguntas sobre contenidos, Aunque nuevas formas de preguntar, opción múltiple, respuesta corta, comparar columnas, resolución de problemas etc, involucran contenidos.
Por supuesto que el aprendizaje no es algo trivial, sino, no hubiera sido ni seguiría siendo objeto de numerosos estudios de investigación bajo diferentes paradigmas, es todo un proceso de transformación, una actividad individual, un desarrollo, una construcción,… donde los contenidos están siempre como un “pretexto” para lograrlo.
Como ya lo mencioné se usan para medir y promover al estudiante no sólo dentro de un nivel educativo, sino para pasar de uno a otro, de la primaria a la secundaria, de ésta a la preparatoria, de la preparatoria a la universidad y más aún a nivel internacional el Enlace para posicionarnos con respecto a los demás países de la orbe, desarrollados o en desarrollo, con una gran desventaja. O los exámenes de Ceneval tanto para quienes terminan el bachillerato como para los que terminan ciertas carreras universitarias. Se puede argumentar que se pretende medir habilidades pero con base a conocimientos de contenidos.
Al margen de la concepción del aprendizaje, de lo desfavorable que pueda ser para ciertos estudiantes, en mi opinión un examen cualquiera indica algo, desde la forma de leer y comprender las preguntas, manejar la correcta escritura y redacción, la ortografía, hasta una actitud ética al mostrar la “habilidad” de copiar o resolverle el examen al compañero. Incluso puede ser indicador de quienes tienen el hábito de estudio, la responsabilidad de asumir un examen como tal, la capacidad de tomar apuntes y discriminar lo relevante de lo no importante etc.
Con todo lo anterior no quiero decir que el examen sea la única, ni mucho menos la mejor forma de evaluar pero si es parte de nuestra evaluación, la institución lo programa y hay que traducir toda la evaluación a un número, una calificación
Si un sistema de evaluación no considera un examen de contenidos mínimos necesarios para el aprendizaje de competencias pone en riesgo los contenidos previos donde todo aprendizaje debe anclarse, para ser significativo, las carencias con que los estudiantes transitan los diferentes niveles educativos están poniendo en riesgo la implementación de la reforma.
Quiero enfatizar que incluso en la enseñanza tradicional se han desarrollado competencias, la concepción de aprendizaje del conductismo del estímulo y respuesta no se quedaba allí, por ejemplo en las matemáticas su aprendizaje requiere desarrollo de capacidades, no se puede resolver un problema de memoria, siempre hay razonamiento, un análisis, una deducción, un sacar conclusiones, hacer inferencias. Un matemático desarrolla competencias y se enfrenta a su mundo “real” que es o dar clase o investigar en un instituto. Y movilizar esas capacidades en su cotidianidad, el que razona lo hace en cualquier ámbito, de allí la importancia que se le está dando a la habilidad matemática en las escuelas.
lunes, 7 de junio de 2010
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